Cuando somos felices siempre somos buenos... Pero cuando somos buenos... No siempre somos felices.
Y es que la felicidad, el sentirte bien contigo mismo, te incita a que los demás también se sientan bien, que compartan esa emoción...
Sin embargo, la bondad no siempre llega a la felicidad. Y es que a veces la bondad te hace dar siempre, pero quizás nunca recibas.
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