Necesito un respiro. Alguien que me de un par de toquecitos en el hombro y me diga "para, tranquilízate, recapacita, no te precipites".
Y es que últimamente, todo lo que pasa por mi mente son pensamientos negativos. También es verdad que los acontecimientos que invaden mi vida en este momento no ayudan demasiado a que piense de forma positiva... Pero aquí estoy, aguantando, como siempre.
También necesito a alguien que me abrace y no me suelte, que pare el tiempo de forma que no pueda ser juzgada por mis actos o por mis pensamientos.
El desahogo siempre ha sido mi punto flaco.
No puedo evitar que pasen cosas por mi cabeza, al igual que no puedo evitar pensar sobre ellas... Y es que todo... TODO ES TAL QUE ASÍ.
Los pensamientos y los sentimientos son como la energia, ni se crea ni se destruye, sólo se transforman.
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viernes, 21 de febrero de 2014
jueves, 20 de febrero de 2014
Hola de nuevo
Hola otra vez. Sé que llevo mucho tiempo sin pasar por aquí, simplemente pensé que había cosas que tenía que guardármelas para mí misma. Cada uno necesita su espacio, y muchas veces no quieres que los demás entren en él. Eso mismo me pasó a mí.
Pero siento la necesidad de volver a escribir aquí, y digo aquí porque en realidad nunca he dejado de escribir, simplemente no lo he publicado.
Pero aquí estoy, con una nuevo rayamiento de cabeza. Porque aunque diga que estoy tranquila (que lo estoy) y aunque me empeñe en decir que no le doy vueltas... Sí le doy vueltas. Claro que le doy vueltas. Sobre todo cuando alguien con quien has pasado tanto tiempo y que además has sido capaz de darle todo... Cuando ese alguien decide que necesita espacio... Duele. Claro que duele. Y lo que antes se convertían sonrisas al escuchar su nombre ahora son cabezas gachas que no saben cómo actuar. Y lo que era cruzártelo por la calle por casualidad se ha convertido en un rompecabezas para no encontrarte con esa persona. Lo que era frecuentar su círculo de amistades y ahora no quiero encontrarme a nadie por la calle para que nadie me pregunte por él.
Porque simplemente, no me apetece. No me apetece oír su nombre ahora mismo, sobre todo cuando me acaba de hacer daño.
Y yo me pregunto... ¿Cómo he llegado a este punto de no retorno?
Porque pase lo que pase, llegado este momento... Nada volverá a ser igual.
Pero siento la necesidad de volver a escribir aquí, y digo aquí porque en realidad nunca he dejado de escribir, simplemente no lo he publicado.
Pero aquí estoy, con una nuevo rayamiento de cabeza. Porque aunque diga que estoy tranquila (que lo estoy) y aunque me empeñe en decir que no le doy vueltas... Sí le doy vueltas. Claro que le doy vueltas. Sobre todo cuando alguien con quien has pasado tanto tiempo y que además has sido capaz de darle todo... Cuando ese alguien decide que necesita espacio... Duele. Claro que duele. Y lo que antes se convertían sonrisas al escuchar su nombre ahora son cabezas gachas que no saben cómo actuar. Y lo que era cruzártelo por la calle por casualidad se ha convertido en un rompecabezas para no encontrarte con esa persona. Lo que era frecuentar su círculo de amistades y ahora no quiero encontrarme a nadie por la calle para que nadie me pregunte por él.
Porque simplemente, no me apetece. No me apetece oír su nombre ahora mismo, sobre todo cuando me acaba de hacer daño.
Y yo me pregunto... ¿Cómo he llegado a este punto de no retorno?
Porque pase lo que pase, llegado este momento... Nada volverá a ser igual.
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