Sorpresas que te da la vida. Un día estás abajo, y al día siguiente pasa cualquier cosa y no tienes ganas nada más que de sonreír… Sorpresas han sido las que le hemos dado a nuestra querida cumpleañera este sábado, que no se esperaba esa comida tan estupenda a pesar de que nos llamara contándonos que estaba malita y vomitando, por lo que en lugar de paella, fue arroz blanco el plato principal, pero no nos importó, porque estábamos con ella celebrando su 18 cumpleaños.
Un fin de semana ajetreado y gracioso, con gente estupenda celebrando el cumpleaños de una gran persona. Sin duda, inolvidable.