He estado dándole vueltas, llevo un par de días pensándolo… He visto a la gente de mi alrededor mal, los he visto llorar, gritar de la rabia… Empiezo a pensar que la mala suerte me invade a mí y a los que me rodean, pero es todavía mejor ver lo que hacen después de eso… Y más lo que todo el mundo hace cuando está mal: lloras, gritas, pataleas, y después, cuando estás calmado, te pones a escuchar la canción más triste del universo. ¿Por qué haces eso? ¿No se supone que ya has dejado de llorar? ¿Por qué amargarte todavía más con cosas que te recuerdan distintas situaciones en las que no lo has pasado precisamente bien? Bueno, pues no lo sé, no tengo una respuesta para esto… No sé por qué, sólo sé que no soy igual al resto del mundo, después de mi barraquera (porque sí, yo también lloro aunque no lo parezca, y es cierto que últimamente he estado más sensible de lo normal, quizás porque todo me ha venido de golpe) me puse mi canción favorita, a todo volumen, y delante del espejo, empecé a cantar, bailar, saltar… Y se pasó, no se pasó del todo, pero sí disminuyó el dolor,y sonreí, otra vez, como tantas otras veces, dándome cuenta de que todo está en mi cabeza, de que sólo yo puedo mejorar las cosas, y que nadie va a venir detrás de mi para sacarme una sonrisa.
Y como dice una canción de Fito y Fitipaldis: Detrás de un invierno malo y una mala primavera, dime por qué estás buscando una lágrima en la arena…
Yo lo que recomiendo es: detrás de un invierno malo y una mala primavera, escucha tu canción favorita y grita hasta quedar afónico. ;)